Ser documentalista en una biblioteca especializada: el caso concreto en una administración pública

Por Belén Lapardina

En mi caso, ejerzo las funciones de documentalista en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), una entidad local supramunicipal de carácter territorial compuesta por 36 municipios de la província de Barcelona, cuya existencia se explica por la necesidad de estos de dar solución a problemas de planificación y ejecución de políticas y servicios públicos que superan su ámbito municipal y requieren de una actuación coordinada.

Las ramas de especialización de la Biblioteca reflejan los ámbitos competenciales de dicha administración, fijados por la ley que le da carta de existencia (Ley 31/2010): urbanismo, transporte y movilidad, aguas, residuos, medio ambiente, infraestructuras, desarrollo económico y social, y cohesión social y territorial. 

En ese entorno, tengo una doble misión; por un lado, aportar información al personal del AMB para facilitar el desarrollo de sus funciones, y por el otro, preservar y divulgar su fondo bibliográfico. 

 

¿De dónde extraigo la información?

  • Del propio fondo de la Biblioteca, el cual está catalogado y es accesible desde el OPAC así como, desde 2022, también desde WorldCat
  • Artículos de revistas, capítulos de libros, tesis, etc. descritas en Dialnet Plus. Los usuarios pueden acceder de forma autónoma, pero yo les puedo ofrecer soporte y asesoramiento especializado para mejorar sus búsquedas y, por consiguiente, los resultados. 
  • Revistas y bases de datos suscritas por la Biblioteca. Centralizo las suscripciones y gestiono el acceso a las bases de datos.
  • El repositorio de publicaciones en soporte digital. Impulso y actualizo el repositorio institucional (RECAM).
  • Buscadores generales. Hay gran cantidad de información a nuestro alcance y tengo que identificar aquella fiable y rigurosa.

 

¿Qué hago si mi entidad también actúa como editora?

El fondo bibliográfico cuenta no solamente con el material adquirido por la Biblioteca para apoyar en el desarrollo de las funciones del personal del AMB, sinó que también incorpora las publicaciones que esta administración realiza y edita.

Y es que el AMB también tiene una dimensión editorial, tanto de publicaciones en soporte papel como digital. Desde la Biblioteca debemos velar por su correcta preservación y divulgación, además de proporcionar los identificadores bibliográficos pertinentes.

Esta parte del fondo es nuestro bien más preciado, ya que, como patrimonio bibliográfico de la administración metropolitana, nos muestra su evolución.

 

La colaboración es clave 

El mundo de la documentación es generoso y prueba de ello son las redes de bibliotecas y centros especializados que existen en nuestro país. Con este fin, participo como miembro activo desde 2020 de dos organizaciones:

 

  • DocAmbCat: Red de bibliotecas de Cataluña con fondo ambiental. Se trata de un grupo de más de 135 bibliotecas catalanas que promueven el trabajo colaborativo realizando sesiones formativas y otras acciones para promover el conocimiento compartido.
  • Recida: Red de centros de Información y Documentación ambiental, formada por más de 150 centros repartidos por toda la geografía española. 

 

Además de formar parte de estas organizaciones, también mantengo el contacto regularmente con diversas bibliotecas y centros de documentación especializados, lo que me permite disponer de artículos o materiales no suscritos, y el siempre necesario foro informal de debate y resolución de dudas con colegas de profesión.

 

… y la difusión, también 

Tan importante es hacer como explicar lo que hacemos. En mi caso, como actividades de difusión periódica cuento con:

  • Boletines de novedades: se envían a los usuarios internos, pero cualquier ciudadano puede pedir la suscripción a este recurso desde la web.
  • Sumarios de revistas jurídicas: se envían sólo a los usuarios internos que tengan interés en recibirlos.
  • Sant Jordi y Setmana de la natura.

 

Y como actividades de difusión con carácter esporádico, puedo incluir en la lista:

  • Colaboración con otros departamentos del AMB en eventos singulares, aportando valor añadido con publicaciones del fondo bibliográfico.
  • Ponencias en seminarios o jornadas técnicas, explicando nuestras experiencias y buenas prácticas, entre otros.
  • Difusión en redes sociales, tanto generales del AMB, atendiendo a que no disponemos de perfil específico propio, como a través de Recida.

 

Para terminar

Aquí he explicado mi experiencia, que sin duda puede diferir de la de otras compañeras que ejercen su labor en otras bibliotecas especializadas de la administración pública. 

Desde esta plataforma, me gustaría animar a las documentalistas a no dejar nunca de mejorar y de ampliar el catálogo de servicios que ofrecemos desde nuestros centros de documentación. Como profesionales de la información podemos incidir en muchos temas como por ejemplo, la gestión de los datos, los contenidos digitales o proyectos de participación ciudadana.

Fotografía de Belén Lapardina

Belén Lapardina