Antes de analizar qué servicios se ofrecen en un centro de documentación jurídica de un despacho de abogados, es importante resaltar que, al tratarse de una entidad corporativa, este tipo de departamentos se adaptan a las necesidades de sus usuarios y la especialidad del Derecho en el que asesoren a sus clientes, por lo que no podemos generalizar. No obstante, la misión principal podría resumirse en: “mantener informados a los usuarios en su especialización/área de práctica con documentación jurídica y empresarial”.
La distinción entre documentación jurídica y empresarial es esencial para identificar los recursos de información y servicios que se pueden ofrecer:
Documentación jurídica:
- Resolución de consultas ad hoc de ámbito jurídico sobre legislación, jurisprudencia, doctrina o bibliografía. Proporcionamos los materiales a nuestros usuarios para que puedan generarse una opinión propia sobre un tema.
- Elaboración de alertas de seguimiento, relativas a novedades legislativas y jurisprudenciales, hitos administrativos y bibliografía, publicadas en distintas fuentes de información.
- Seguimiento de las iniciativas legislativas para identificar futuros cambios y desarrollos normativos que afecten a las distintas áreas de práctica del despacho.
Documentación empresarial:
- Resolución de consultas relativas a información empresarial, como: localización de cuentas anuales, estatutos sociales, vinculaciones societarias, folletos de emisión/admisión, etc.
- Dossieres de prensa sobre la actividad y negocio de una compañía o sector.
- Elaboración y gestión de alertas que monitoricen las actuaciones de empresas a través de noticias publicadas en sus webs o prensa.
Biblioteca:
- La selección, adquisición y catalogación de monografías y publicaciones periódicas en formato impreso y online.
- Gestión y mantenimiento de las suscripciones a recursos de información jurídica y/o empresarial online, que garanticen el correcto desempeño de los usuarios en de las distintas áreas de práctica del despacho.
Formación:
- Elaboración y gestión de los programas de formación para usuarios para garantizar el aprovechamiento máximo de los recursos que tienen a su disposición.
Tras más de una década siendo documentalista jurídico, considero que lo más importante para ejercer esta profesión es conseguir integrar los conocimientos que se adquieren en la carrera y aplicarlos al sector legal. No es necesario estudiar Derecho para desempeñar nuestra actividad, pero sí tener una buena base de conocimiento jurídico. A su vez, es vital conocer tu entorno y a tus usuarios para identificar posibles necesidades de información y; por su puesto, mantenerte permanentemente actualizado en aquellos temas que formen parte de tu día a día.